Hoy descubrí gracias a mi bella terapista que mi manía bipolar es comparada a un caballo que se desboca. Un cuarto de milla de buena sangre desbocado es cosa seria.– Me encanta sentir las correas y el control, la brisa, la intensidad y el placer de la velocidad en mi cara… pero me asusta no poder controlarlo y no poder parar cuando lo deseo. Así se siente la manía bipolar… creemos que la controlamos pero nos controla.