Manteniendo el control

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La bipolaridad es una batalla constante, no es relajo esta enfermedad.

El sube y baja… la aceptación y la negación de la enfermedad es difícil y agota.

Después de cada manía viene una dependencia…

Hacia algún amigo especial, la pareja, un familiar o el terapista.

Siempre después de una crisis fuerte, se necesita un ancla que nos sostenga y nos haga ver la realidad.

En manía me siento independiente… en control.

En manía no necesito a nadie ni nada. Me atrevo a decir, a sentir y a tener.

Y cuando pasa… te necesito!

Y cada vez más para saber que estoy caminando ¨normal¨.

Pero ¿qué es normal?

Quiero perderme, desaparecer, ser anónima y huir de la MALDITA BIPOLARIDAD!

Me rodeo entonces de actividades, de cosas…. para no pensarla… para no sentirla.

Quiero escaparme de la bipolaridad pero siempre me alcanza…

y me agoto y te agoto.

Es el fin de la bipolaridad simpelemnte sobrellevarla?

cómo mantener ese balance sin perderte?

La pastilla azul!

La espera que desespera

Me toca mucho esperar en aeropuertos

Largas filas y diversidad total.

Pdx airport

Indiferencia y despersonalización

Todos tras una pantallita en el siglo XXI

Jóvenes, viejos, y hasta niños

se esconden tras el matrix de la tecnopology

y no ven más… y no dan… y no sonríen

 

Aunque me gusta viajar

me entristece vernos desde afuera

somos macdonalizados todos

comedores de cartón.

 

Vemos y juzgamos a los diferentes

Al que no se pinta con los mismos colores…

le tememos.

 

Me salgo del Matrix….

Solo x momentos y en manía.

 

 

 

 

Platónico no. 2 y Transferencia No.1

 

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Anoche soñé con mi Psiquiatra… fue un mal sueño.

Por primera vez  en muchos años tengo una buena psiquiatra.  Una mujer joven y que me esta ayudando a controlar mis manías de la bipolaridad.  Creo que por primera vez estoy hablando de más- estoy indagando en mi niñez, en mi adolescencia y en mi homosexualidad reprimida.   Hablo también de mi auto flagelo y culpa católico-latina que todavía solo sabe decir lo siento en situaciones donde otros debieron sentirlo más que yo.

Estoy aprendiendo que quiero ser sin la bipolaridad… y a mirarme en algunos espejos que me reflejan diferente… gracias a esta nueva terapia tropical.   Necesito mis sesiones cada semana más que las meds para sentir que estoy en “flow” – en balance.

Pero… creo que estoy experimentando la transferencia y por control remoto.  Había escuchado muchas veces que los pacientes se enamoran de sus psiquiatras y que a través del recuento de las experiencias, los abandonos, rechazos y demás… los sentimientos se pueden confundir con la persona que te escucha.

Es cómico como espero las sesiones cada semana y nerviosamente me preparo para hablar de mis temores… … del horror a que mis  demonios cósmicos me ataquen otra vez, de relaciones complicadas y desasosiegos.  Mi terapista me escucha y siento su compromiso en ayudarme a través de un enfoque diferente.  Por primera vez estoy haciendo CBT y entendiendo más mi enfermedad.  Estoy aprendiendo a manejar mis ups and downs.

Estoy de viaje hace un par de semanas y  extraño a mi nueva psiquiatra.  Sí,  he descubierto que tengo otro platónico infantil.  No es un sentimiento obsesivo pero sí es una necesidad de sentir que esta a mi alcance y que no va a desvanecerse como en mi sueño.

Estos días me hace falta mi terapia semanal pero me asusta la dependencia.

Cada vez que he sentido dependencia por alguien… me he decepcionado.   Mi último psiquiatra desapareció un buen día… se fue sin despedirse.  Y ese ha sido uno de los abandonos más fuertes en mi vida.  Sentí rabia pues aunque era más conservador… lo necesitaba también cada semana.

Hoy me hace falta mi sesión semanal.   Me hace falta escucharme y escucharla… aunque muchas veces hay silencios incómodos… otras veces hay momentos mágicos.  Me siento cómoda hablando cada semana… y me gusta, que no me juzga.   En una hora puedo sentir… decir… reír y  llorar con kleenex.

Será que me faltan más meds?  tal vez esta transferencia es simplemente una mini manía.

Tal vez me hace falta domir más y soñar menos.

Entre dos Mundos

Aprender a manejar la bipolaridad es buscar el balance y para muchos es un camino que parece imposible.

En mis años de batalla con la enfermedad he descubierto que existen diferentes formas de manejarla, sin embargo ha sido muy difícil lograr que alguna terapia me funcione al 100%

He tratado varias formas:

  1. ignorarla… y tal vez desaparezca sola
  2. Con tratamiento profesional y mucha medicina
  3. Naturalmente… sentir la fluidez de la enfermedad y abrazarla o
  4. Holísticamente… la que experimento en estos momentos.

Aunque yo siempre preferí la manera natural;  mi familia, amigos y sobre todo mi pareja se aterran… y cuando llegan esas reacciones diferentes y un poquito más excéntricas… me mandan al médico de inmediato y a tomar más dosis de tegretol o una de esas meds más potentes que me adormecen por momentos… que me ayudan a ignorarme… a no sentir… no soñar… ni decir… pero que me corta las manías.

Desde hace un par de meses y luego de mi última crisis de manía estoy probando una terapia más ecléctica, gracias a una nueva psiquiatra que me esta ayudando e entender un poco más mi enfermedad.   No quiero adormecerme y no quiero simplemente caminar y no dejar rastros… no quiero ser una más de las tantas mujeres que caminan sin ser… y sin hacer.   Dónde están mis heroínas?

En estos años de sube y baja, estoy aprendiendo a medicarme y a tranquilizarme…  y a meditar….

estoy meditando por primeara vez en mi vida y me gusta!

Quiero aprender  a dejar de ser mi enfermedad….  cuando por breves momentos he SIDO mi enfermedad, abrazando la locura o genialidad de la bipolaridad…  es cuando esa fuerza cósmica dentro de mí me transforma… y entonces me pregunto… ¿si esos pensamientos locos adormecidos son realmente mi SER?

El tegretol o su comodín… me adormece… me entumece… y me enloquece.

Sí, yo prefiero la manera holística… pues  entonces puedo ser creativa y atrevida… pero me asusta perder el control.